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Un tango universitario Cap 9.

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Se acercó al punto de topar sus narices y sentir sus labios, eran suaves y tibios. Pero de lo bueno poco, o por lo menos eso pensó Martin cuando la puerta se abrió y un grito salió de la boca de la chica de tez tostada. Manu por acto reflejo empujo descomunalmente el cuerpo del argentino, que se sobaba la espalda que había chocado con uno de los sillones.

 

-Si querían eso deberían pagar un motel el par de cochinos –dijo aun con el corazón a mil la joven hermana-

-P-pero Thiare…

-No me digas nada, omitamos esto y sigamos con nuestra vida –dijo sin darle mayor importancia al hecho- eso sí, menos mal que la mamá se quedó hablando con la vecina…

-¡La mamá!

-Si poh, si hoy es su día libre

 

Manu solo pudo poner ojos de huevo frito ¿que le iba a decir a su mamá?. Solo pudo ver al argentino que aún estaba tirado en el suelo.

 

“Vamos Manu, mantén la calma”

 

Pero antes que la chica pudiera reaccionar la puerta se abrió de improviso, dejando una tensa situación en la cual la madre de las chicas miro extrañada todo lo que sucedía.

 

-¿Hola? ¿De qué me perdí?

 

Thiare hizo un gesto de emancipación para salir olímpicamente hasta su pieza, dejando a la inusual pareja a punto de caer por la borda.

 

-Hola –dijo tratando de mantener la calma, dándole un beso en la mejilla a su madre-

-Hola señora –atino también Martin que se levantó rápidamente para quedar al lado de la chilena-

-¿Estas pololeando?

-¡Otra más! –Pero su madre la fulmino con la mirada- no mami, es solo un compañero…

-Ah, es de esos niños con los que trabajas entregando papeles…

-Eee…sip –de cierto modo no era una mentira- y no tenía donde almorzar hoy…

 

Martin la miro incrédulo, quería reír, pero probablemente Manu lo echaría antes de que pudiera siquiera intentarlo.

 

-Pobrecito ¿y de dónde viene?

-De Buenos Aires –se adelantó la chilena-

-¿Y cuánto se va a queda mijito?

-Eee…no se el jefe me tiene que decir aun, pero solo llevo dos días.

-Entonces viene con la Manu cuando quiera almorzar y se queda a tomar once, bueno si es que no tiene otros planes.

-Muchas gracias señora, sería un placer –dio una mirada triunfal a Manu-

 

Manu no sabía dónde meterse ¿Cómo mierda podía actuar tan normal? Supuso que era a ese don argentino natural que expelía. Pero aún estaba sorprendida de que su madre fuese tan simpática con él. Ósea, ella no solía ser tan simpática si no era alguien “bueno”. Es que la madre de las chicas tenía una especie de don místico para algunas cosas. Si no fuera por eso Martin ya estaría de patitas en la calle.

 

-¿Y qué hacia ahí tirado en el suelo? –pregunto incrédula la madre-

-Es que perdí el equilibrio, no estoy acostumbrado a sus buses y termine algo mareado.

 

Una tos y luego un alarido se escuchó en la cocina. Thiare se había reído con la respuesta al punto de ahogarse y comenzar a toser, para luego recibir un codazo por parte de su hermana mayor.

 

-Ya oh, si no voy a decir nada –dijo calmado la situación- pero teni que admitir que el tipo fue super cuentero.

-Pff, como si no supiera.

-Igual es lindo

-…-Manu solo siguió ordenando las cosas que habían comprado en el supermercado-

-Ya no te hagas la loca, el tipo…igual algo te debe gustar ¿no?

-No, además tiene novia.

-¡¿Se va a casar?!

-No loca, solo que me acostumbre a decirle así…

-Con que no llegues hablando con el “che”…

-Si en dos años no se me ha pegado…

 

Siguieron conversando de cosas absurdas mientras preparaban el almuerzo, mientras tanto un animado Martín conversaba con la madre de las chicas. El chico tenía un don del habla estupendo que le permitía librarse fácilmente de situaciones problemáticas o tensionales. 

 

La comida ya estuvo lista y Manu se dirigió a ordenar los cubiertos sobre la mesa, quedo aun más atonita viendo como su madre platicaba animadamente junto al argentino; cuando el chico se dio cuenta de su presencia le otorgo una sonrisa cómplice.

 

-¿Ya esta listo el almuerzo Manu?, mira que este niñito esta que se desmaya aquí.

-Si, ya vengan a sentarse mejor – dijo sin mirar-

 

-A esta niñita pareciera que le hicieron cariño con lija cuando era chica.

 

Martin solo pudo dar una gran carcajada para luego retorcerse mitigando la risa para que Manu no lo escuchase y le tirase el plato de comida a la cara.

 

Fue todo tranquilo en el almuerzo, exceptuando el vaso que se derramo en la mesa y callo a las piernas de Manu. Lamentablemente no había sido la culpa de Martin, sino, de su hermana que había empujado el plato de la ensalada contra el vaso.

Manu no estaba muy feliz al respecto.

 

-Ya se va éste –dijo la chilena apuntando al argentino-

-¿Tan temprano? –Pregunto la madre-

-Sí, ya despídanse.

 

Hicieron caso inmediato a la orden de la chica, para luego dejar a la madre y la hija mejor solas en su casa.

 

-Mami.

-Dime.

-Quiero ir a estudiar a argentina.

-Mish, la fresca. Vaya a Reñaca, allá hay artos argentinos si quiere mirar –dijo una sabía madre antes de ir a su habitación-

 

Un silencio incomodo los embargo antes de que llegara el colectivo que le servía al chico. Quizás ella seguía pensando demasiado en lo que había ocurrido en el living, y él pensaba en todo lo que no había sucedido. Era algo de lo que no se debía volver a hablar ni hacer, era suficiente, la amistad que recién intentaban cultivar era demasiado extraña como para dejarse llevar por ese tipo de cosas.

 

-Chau Manu, nos vemos.

-Cuidate…

 

Fue lo único que pudo escuchar Martin antes de salir a toda velocidad del lugar, algo que para el significo mucho. Que tiempo después le confesaría a Manu en un día de lluvia.

 

 

Aunque para sorpresa de la chica, no fue la última vez que vería al argentino antes de retornar las clases en la capital trasandina. Ya que el chico se presento día tras día durante una semana y media, donde llegaba de forma fortuita a quitarle los panfletos a la chica.

Al principio pensó que era una broma, después le pareció molesto al punto de gritarle un par de veces, pero ya al quinto día algo le insinuaba la visita del chico de ojos verdes. En el octavo día casi se sentía algo feliz por tener la estúpida llegada del “hueón odioso” que le hacía compañía en las que ahora se transformaban en horas laborales divertidas.

Aunque no tan solo ella era la que disfrutaba las tardes (o en ocasiones fortuitas las mañanas) en que una serie de fans se apilaban a un lado a mirar al joven modelo que entregaba papeles. No dudaron en sacarle partido a eso, porque así se desasían más rápido de los panfletos para luego huir del lugar en busca de algo más interesante que hacer.

Incluso en una oportunidad una chica de una agencia de modelo le propuso un buen e interesante salario si aceptaba trabajar con ellos. Más Martín solo contesto con una de sus embriagadoras sonrisas para decir:

 

-No gracias, sos rebuena onda, pero ya estoy bastante ocupado –mirando a Manu, ella solo lo quedo mirando raro-

 

Desde ese momento a la chica le comenzó a dar una extraña sensación. Al día siguiente de ese suceso el argentino no volvió a aparecer, la chilena pensó que quizás era casualidad o algo fortuito, más al siguiente tampoco. En la casa de la chilena preguntaron que sucedía, esta les contesto con la natural indiferencia que no sabía y que era su vida. Pero el hecho es que le dolió no saber qué había sucedido, de cierta forma se sintió botada.

 

“Por ultimo me hubiera avisado”, pero fue en ese momento cuando recordó algo. Ese algo que le hizo cuestionarse si no había sido su culpa.

 

Flash back

 

-Che, sabes…

-Martin, te podí callar un rato porfa me tení mareada.

-Che Manu…

-No de verdad, me tení chata, ¿Por qué no te dejaí de hueviare un rato y te vas con los minos con los que viniste?

-Sorry, no pensé que te puteara tanto mi compañía.

-Me duele la cabeza…

 

Fin flash back

Fue una de las últimas cosas que se dijeron antes de separarse ese fatídico día. Más la chica de verdad le dolía la cabeza y no sabía si en realidad le había dolido tanto al argentino ¿de verdad creía que le molestaba su compañía si había aceptado todo ese tiempo pasarlo con él?¿De verdad el argentino pensaba que era un indeseable cuando le había invitado a simplemente caminar por Valparaiso o comer empanadas en Con-Con?¿Tan idiota era para creer que le era indiferente?

Solo sabría hasta que lo volviese a ver en Buenos Aires, el tiempo estival estaba acabando y las complicaciones recién se asomaban. A kilómetros de la chilena, Martín veía un pálido rostro que no decía mucho, solo le gustaría en esos momentos tener la compañía de la chilena.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

HOLA ^o^!....SI...muy luego para mi irregular subida D:...estuve en un tiempo de sequia  <-<....pero quizas la prox saque el otro.....no lo aseguro :s...!!!
Gracias por leer!

Debo decir que viene algo que le va a dar sentido a todo...todo calzara  chan! :S ..xddd...nah....igual espero que les  el capitulo c:

Los personajes no son mios, yo solo juego con ellos:
Martín Hernández (Argentina) © :iconrowein:
Manuel González (Chile) © :iconrowein:
Tiare Raharoa (Rapa Nui) © :iconfeasama:
Mapu © no se de quien es xd
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Comments4
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idielnemrac's avatar
y el cap 10!!!!
donde esta?